viernes, 29 de octubre de 2010

Estación de servicio

Trasgresión

Javier siempre fue un trasgresor.
Sufrió las consecuencias.
Aquella fue una tarde calurosa de invierno. Sí, de invierno. Uno de esos días que llegan sin avisar y llenan la más gélida estación de un calor incoherente. Javier se desplazaba de un punto a otro en su vehículo naftero cuando una lucecita en el tablero le informó la escasez de combustible.
El mal humor fue inmediato, causado en gran medida por el precio de la nafta. Entró en la primera estación de servicio que encontró. Apagó el motor del coche y salió para abrir la tapa del tanque. Cuando, después de una espera bastante tolerable, el empleado se acercó, Javier pronunció las palabras mágicas. Tanque lleno.
Ya dijo Einstein que el tiempo es relativo, y tan aburrido estaba Javier que tenía la sensación de que aquel surtidor tardaría por los menos diez años en llenarle el reservorio. De repente su vista alcanzó a leer un cartel a lo lejos. Sintió la incontrolable necesidad de desafiarlo. Así que sacó de su bolsillo un atado de cigarrillos, sacó un cigarrillo del atado, un encendedor del otro bolsillo. Mirando el cartel con una sonrisa burlona, encendió el cilindro provocador de cáncer.
Tres dotaciones de bomberos pelearon durante horas contra el fuego. La explosión inicial había sido enorme. En pocos minutos las llamas vistieron de rojo el cuerpo de la estación y durante los primeros minutos, los bomberos sólo buscaron evitar su propagación. Una vez extinguido el desastre, ya no hubo más estación de servicio.

jueves, 28 de octubre de 2010

Peripatetismo pendular

Percepción


Hay personas que no pueden quedarse quietas. Personas que se dedican a más de una cosa. Carlos Iraldi era una de esas personas. Además de construir una gran cantidad de instrumentos musicales informales para el grupo Les Luthiers, a Carlos Iraldi se le dio una vez por ponerse a trabajar en una serie de péndulos anómalos. Decidió llamarlos Péndulos Peripatéticos.
Tuve el honor de disfrutar de sus desordenadas oscilaciones más de una vez. Péndulos adentro de otros péndulos, péndulos conectados entre sí por resortes, péndulos con ruedas que se desplazan…
Iraldi, con sus péndulos anómalos, logra llenar de sentido artístico ese tan conocido artefacto físico. El péndulo, que tan poco interés presenta a la vista, se vuelve digno de la más sutil percepción artística, y lo hace sin recurrir a nada que no sea un péndulo. Es que esos péndulos que se hamacan regularmente cuando están solos, se mueven de las maneras más extrañas cuando se incluyen en otro individuo de su propia especie.

martes, 26 de octubre de 2010

Recreación Instantánea

Intento Fallido

Como raras veces sucede, el otro día comí un caramelo. Más allá de sus gustos y consistencias, los caramelos tienen siempre un problema. Siempre termina uno con el papelito en la mano sin saber que hacer. Tirarlo a la basura suele ser la mejor y más correcta opción, aunque hay otras muchas cosas que se pueden hacer con un papel de caramelo. Es entonces cuando veo un tacho de basura a unos tres metros de distancia. Decido arriesgarme a probar mi puntería, para así prescindir de mis pasos hasta el objeto. Primero reduzco el papelito a su mínima expresión esférica. Miro fijamente el tacho de basura, tan fijamente que si pudiera se escondería. Me concentro. Apunto. El papelito describe la típica parábola propia de todo tiro oblicuo. Mientras vuela, el papelito se expande renunciando a su forma de pelota. El aire lo frena. Cae afuera.

martes, 19 de octubre de 2010

Paralelismo

Ficción

La mayor tragedia de la historia de la democracia sucedió en aquel país. Aquel pueblo que se equivocó en la urnas como ningún otro. Ningún otro cantidato hubiera sido el definitivo destructor de la nación. La nación que será recordada como aquella que fue consumida por la estupidez.

Era la primera vez que alcanzaba la presidencia un candidato paralelista, una ideología política inexistente en otros países, que llamó la atención del electorado por ser novedosa. Durante los primeros meses de su mandato el presidente manejó muy bien las cosas y disfrutó de una imagen positiva de elevado porcentaje. La catástrofe ocurrió el día en que decidió, por ser un fundamentalista del paralelismo, desestimar las perpendiculares.

Entonces, con un fanatismo ilimitado, decidió llamar a las estaciones de subte como la calle que el tren transitaba y no como aquellas que cruzaba. Fue tal la confusión que generó en la población que todas las estaciones se llamaran igual, que nadie pudo llegar a trabajar. El estado quebró, habiendo sufrido la huelga involuntaria más masiva de la historia.
El país fue vendido a un millonario.

Espejo retrovisor

Trasgresión

Javier siempre fue un trasgresor.
Sufrió las consecuencias.
No era ningún ignorante, sabía que no había que esperar el colectivo muy cerca del cordón. Cierto es que en la ciudad donde reside, no es muy común que el transporte de pasajeros se acerque a la vereda, pero él sabía que no debía esperar al ciento cincuenta y uno tan cerca del cordón.
Aquella mañana despertó rebelde. Después de lavarse la cara y desayunar brevemente, leer los chistes del diario y mirar la temperatura en la televisión, sin sobreponerse a su cara de dormido, Javier salió.
Se paró justo sobre el cordón, ese borde angosto que separa el universo de los peatones del reino de los rodados. Lo hizo de costado, con un pie adelante del otro, probando su equilibrio. Tenía tiempo suficiente como para llegar temprano a su destino, pero justamente el destino quiso, que ese día de octubre, el ciento cincuenta y uno se acercara a la vereda.
Javier permaneció durante tres días en el hospital tras haber sido golpeado por el espejo retrovisor del colectivo, que violó el imaginario límite entre el reino de los transeúntes y el universo de las máquinas asesinas.

sábado, 16 de octubre de 2010

El mago de en serio

Percepción

Muchos creen que la magia no existe, y para ser coherentes llaman a los magos ilusionistas. Puede ser que a veces tengan razón, que esas personas que hacen aparecer y desaparecer pañuelos, encuentran cartas o incendian billetes no sean más que embaucadores. Pero este hecho no alcanza para andar afirmando por ahí que la magia no existe.
Para demostrar la existencia de este arte maravilloso es suficiente con encontrar un verdadero mago. Sólo con eso vasta, un sólo evento mágico prueba la existencia de la magia. Como supongo que incluso ante un hecho sobrenatural categórico algunos seguirán escépticos, recurriré a una persona.
Esa persona es ni más ni menos que Juan Tamariz, quien desde hace años se dedica con una profundidad inverosímil a este arte tan particular. Desarrollando efectos, técnicas y principios. Escribiendo libros con  propuestas de gran originalidad e infinito valor técnico. Concibiendo la teoría de la vía mágica y las pistas falsas.
Entonces, a aquellos que no crean en la indudable veracidad de la magia, los invito a disfrutar de este mago español inigualable, recomendándoles para empezar su música mágica, la rutina que lo llevó a ganar el mundial de 1973 y que es por sí sola, la demostración de la existencia verdadera de la magia.

Teorema alfanumérico

Divague

Las letras ocupan más lugar que los números.
Para demostrar la hipótesis enunciada justo en el renglón de arriba, haremos uso de la famosa serie de Fibonacci que tantas propiedades numerológicas posee. Procederemos a enumerar sus primeros doce elementos primero con números y después con letras.
1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233.
Uno, dos, tres, cinco, ocho, trece, veintiuno, treinta y cuatro, cincuenta y cinco, ochenta y nueve, ciento cuarenta y cuatro, doscientos treinta y tres.
La tesis salta a la vista y no necesita de ninguna explicación, claramente los números ocupan menos lugar que las letras.
Sin duda, a partir de este nuevo avance del conocimiento científico, resulta inminente el desarrollo de una nueva forma de escribir todo idioma. Ya que numerando las palabras a partir del número uno y memorizándolas todas, numerándolas de igual manera en todas las lenguas, podríamos desarrollar una escritura universal, comprensible para cualquier persona en el mundo, coincidente en sus signos aunque divergente en sus fonemas.
En los próximos meses se llevará a cabo un estudio de viabilidad, que intentará averiguar si es posible que la memoria humana pueda retener el número que se le asigne a cada una de las casi 100.000 palabras que existen.

viernes, 15 de octubre de 2010

Cuadraditos sonoros

Noticia cierta

Hace ya muchos años, un tal Earle Brown pensó que era tiempo de proponer algo nuevo, musicalmente hablando. En lugar de grabar las bocinas de los autos en Manhattan o encerrarse en un laboratorio de Colonia, imaginó posible dibujar la música de otra forma.
Entonces tomó una hoja grande. Dibujó unos cuadraditos y algunos rectángulos. Unos más anchos, otros más largos, más grandes o más chiquitos. Dejó gran parte de la superficie de la hoja en blanco. Cuando estuvo conforme firmó la hoja en la esquina inferior derecha: December 1952. Aquella hoja sería la primera partitura gráfica de la historia de la música.

En el marco del Primer encuentro interdisciplinario del IUNA, el domingo 31 de octubre a las 22 horas, en el departameto de artes musicales y sonoras, se llevará a cabo una versión de December 1952 que contará con: corno, saxofón, flauta, viola, 2 pianos preparados,  percusión y danza.

domingo, 10 de octubre de 2010

Comida volátil

Divague

¿A dónde va el tamaño de la comida cuando uno la cocina?
Hacía unos días que me obsesionaba esta pregunta. Sinceramente no me la había hecho antes, pero el otro día, no mientras hacía unas hamburguesas sino cuando fui a sacar una pizza del horno me sorprendí. Recordaba vivamente que antes de meterla, la pizza casi no entraba en la bandeja, tocaba todos los bordes. Pero cuando la saqué dejaba unos dos centímetros entre su borde de masa y el borde de la bandeja. Los días que siguieron confirmé este mismo accidente con hamburguesas, cachos de carne y algunas verduras al wok.
Finalmente ayer, después de preparar unos fideos para la cena, llegué yo solito a una conclusión definitiva que termina con esta polémica. El sentido común  me permitió ver que el natural equilibrio del cosmos, que compensa todos los accidentes espacio-temporales, hace que el tamaño que parece desaparecer de las pizzas y hamburguesas infle las pastas, el pan y las facturas. Sin duda con esta idea, realizo un aporte invalorable a la comprensión de los procesos gastronómicos.

33 mineros milagrosos

Metanoticia

Admirado está el mundo por el próximo rescate de los mineros del andino país de Chile, que el pasado 5 de agosto quedaron atrapados en una montaña y se supusieron muertos  por varios días. Después de haber esperado largo rato desde que se supo que habían logrado sobrevivir ahí abajo, las máquinas perforadoras han concluido su trabajo y el mundo espera por la concreción de lo que algunos consideran un milagro. Por eso, ya que hablamos de milagros, llamo la atención acerca de dos números intervinientes en el caso de los mineros, porque las casualidades no existen.
Los mineros atrapados son justamente 33, y además de ser el código telefónico internacional de Francia, 33 es la edad de Cristo (no ahora que debe tener como 2017 sino cuando lo crucificaron). No se puede negar que al momento del accidente cabía la posibilidad de que fueran 34 o 28, pero son justamente 33. El otro número que llama la atención es el 720, profundidad a la que se encuentran, número divisible por 3.
Quizás los números no tengan nada que ver, porque son números nomás. Pero nunca tendremos la respuesta a la pregunta: ¿Qué hubiera pasado si no hubieran sido 33?

sábado, 9 de octubre de 2010

El diestro absoluto

Ficción

Érase una vez José. Érase una vez el hombre que padeció diestritis aguda. Un hombre que un día enfermó y a partir de aquel momento sólo pudo doblar a la derecha. Relativizarán ustedes la gravedad de la patología pensando que hay cosas peores, pero cambiarán de opinión inmediatamente ni bien deduzcan lo que implica sufrir la sintomatología propia de esta dolencia. Sin ser brillantes ni superdotados, entenderán enseguida de que se trata la diestritis en su estadío agudo, enfermedad que condena al paciente a poder girar únicamente hacia la derecha mientras se mueve por el mundo. Terribles consecuencias las que sufrió José, que para ir a comprar facturas a la panadería de al lado de su casa tuvo que caminar cuatrocientos metros. Y a veces hasta tuvo que pedir permiso a sus vecinos para subirse por los techos y así evitar doblar a la izquierda. La diestritis aguda no es una enfermedad terminal, sin embargo mató a José, que un día sin darse cuenta, mientras caminaba por un parque, se metió en una rotonda y ya no pudo salir.

jueves, 7 de octubre de 2010

Sintaxis Recursiva

Divague

Estoy en condiciones de anunciar, tras larguísimas jornadas de trabajo de quince segundos cada una, que he desarrollado, haciendo uso de todo mi poder de abstracción, el nuevo método pedagógico sintético para enseñar análisis sintáctico. Sin duda esto será un antes y un después en la historia de los alumnos primarios y secundarios que a partir de hoy podrán comprender la estructura formal de nuestro idioma en pocos segundos. El método es brevísimo, tan breve que el título es el método en sí mismo.


El sujeto con su modificador indirecto predica el objeto directo de manera circunstancial.

El sujeto con su  modificador indirecto es el sujeto de la oración. La palabra sujeto es el núcleo del sujeto mismo y con su  modificador indirecto es justamente un modificador indirecto. A su vez predica el objeto directo de manera circunstancial es el predicado de la oración, cuyo verbo núcleo es predica. No es difícil notar que el objeto directo no es ni más ni menos que el objeto directo y que de manera circunstancial no es más que eso: un circunstancial.
Nótese que la oración que conforma totalmente el novedoso método pedagógico sintético para enseñar el análisis sintáctico es en sí misma título y método. También se hace notar que la validez de la proposición existe en dos niveles de interpretación distintos, ya que es cierta tanto en el nivel sintáctico como en el semántico.

lunes, 4 de octubre de 2010

Ojo cardiovascular

Divague

El otro día me latió el ojo. Ahí nomás me iluminé y estoy en condiciones de anunciar una nueva y revolucionaria teoría fisiológica. Es claro que tiene que existir una razón de peso para que el ojo lata cada tanto y no puede ser otra que dar algunos segundos de descanso al corazón. Todos pensamos alguna vez en lo inexplicable que resulta que el músculo cardíaco pueda estar sacudiéndose indefinidamente a lo largo de la vida.
3.155.760.000 latidos en una vida es demasiado para no descansar. Aquí es donde entra el ojo. Cuando, cada tanto late, lo que está haciendo es reemplazar al bobo asumiendo la responsabilidad de hacer circular el oxígeno a través del cuerpo usando como vehículo el torrente sanguíneo. Sin duda esta teoría arrojará luz sobre uno de los hechos fisiológicos más extraños que existen, que nos lata el ojo.
Otras teorías indican que la causa del mal del ojo (para diferenciarlo del mal de ojo) sería la acumulación de ácido láctico en los músculos circundantes. No acuerdo con la misma por parecerme exagerada la consideración de que los músculos alrededor del ojo realizan esfuerzo considerable.

sábado, 2 de octubre de 2010

El timbre y la palabra

Percepción

La literatura es un arte independiente.
Mientras la música siempre necesitará del intérprete para existir, la literatura en cambio, llega a su público de manera directa. No es que no exista el rol del intérprete, en realidad el público es quien lo asume.
Cuando uno lee un libro hace lo mismo que el instrumentista que lee una obra musical. La única diferencia es que la escritura musical es un idioma muy complejo, de infinitas posibilidades, que nos obliga a especializarnos en su lectura. En la literatura, a veces, los traductores asumen parte del rol interpretativo, pero en definitiva, con ayuda del traductor o sin ella, es quien lee el intérprete de la obra.
Hasta que Claude Debussy concibe el Preludio para la siesta de un Fauno, estrenado en 1894, puede decirse que la música académica se basa en el tema, que no es otra cosa que un pedazo de música sobre el que se estructura el discurso. En otras palabras, importan las notas y no quien las toca. Con el tiempo, quizás gracias al desarrollo de la orquestación durante el siglo XIX, que descubre en cada obra nuevas sonoridades, los compositores le otorgan más importancia al timbre (qué instrumento toca y cómo). Pero es indudable que el Preludio de Debussy es algo nuevo y distinto. Después llegará el momento en que la importancia del timbre alcance, o incluso supere, la importancia del tema, de las notas.
En la literatura pasa algo parecido. Lo más importante es el argumento, el tema, los hechos. Algunos autores conseguirán ampliar las posibilidades de sus obras metiéndose en la cabeza de sus personajes, estudiando sus miedos y sus ideas. Pero en algún momento comenzará a adquirir importancia lo que suena. Habrá autores entonces, que se preocupen especialmente por cómo suenan sus oraciones, buscando cuál de las miles de formas de decir lo mismo, es la indicada para su obra. Y de a poco, la importancia de lo que suena, del timbre, se mostrará al mismo nivel que el argumento y el tema. Incluso existirán obras literarias cuyo valor no vendrá dado por los hechos que se relatan, sino por los sonidos con que se los cuenta.