jueves, 28 de octubre de 2010

Peripatetismo pendular

Percepción


Hay personas que no pueden quedarse quietas. Personas que se dedican a más de una cosa. Carlos Iraldi era una de esas personas. Además de construir una gran cantidad de instrumentos musicales informales para el grupo Les Luthiers, a Carlos Iraldi se le dio una vez por ponerse a trabajar en una serie de péndulos anómalos. Decidió llamarlos Péndulos Peripatéticos.
Tuve el honor de disfrutar de sus desordenadas oscilaciones más de una vez. Péndulos adentro de otros péndulos, péndulos conectados entre sí por resortes, péndulos con ruedas que se desplazan…
Iraldi, con sus péndulos anómalos, logra llenar de sentido artístico ese tan conocido artefacto físico. El péndulo, que tan poco interés presenta a la vista, se vuelve digno de la más sutil percepción artística, y lo hace sin recurrir a nada que no sea un péndulo. Es que esos péndulos que se hamacan regularmente cuando están solos, se mueven de las maneras más extrañas cuando se incluyen en otro individuo de su propia especie.