viernes, 17 de diciembre de 2010

La ojota tangencial

Divague

Una vez más estoy en condiciones de realizar un aporte de invaluable valor al mundo. Durante más de un mes trabajé en una hipótesis que sin duda ayudará a la gente del futuro. La conclusión es terrible pero hay tiempo para prepararse.
He descubierto que en un futuro no muy lejano, debido al inevitable aumento de la velocidad media de los transeúntes del planeta, resultará imposible hacer uso de la ojota como calzado. No puedo arrojar aún un resultado preciso, pero la ojota tiene los días contados. Según mis cálculos, dentro de unos veinticinco a treinta años, no permanecerá en el pie de su dueño.
Dando por hecho el aumento de la velocidad media de los peatones del mundo, consecuencia irrevocable de la evolución darwinista y el cada vez mayor apuro de los habitantes del planeta, en el caso de que en las distintas ciudades no se lleven a cabo las modificaciones necesarias en la construcción de las veredas, la ojota no podrá ser utilizada como en la actualidad.
El aumento de la velocidad media del tránsito peatonal no traerá mayores inconvenientes para la ojota en trayectorias rectas. Sin embargo en las esquinas, de no modificarse el radio de las curvas, el aumento de la velocidad tangencial de ese parcial movimiento circular, al no contar la ojota con un seguro método de sujeción, provocaría que dicha ojota se desprendiera del pie que viste a causa de la inercia que naturalmente tiene, describiendo una trayectoria recta tangente a la curva descripta por el peatón.