martes, 29 de marzo de 2016

Noche en Calafate

Condensación



La diferencia entre una foto y una película siempre fue la misma. La foto es una foto y la película es un conjunto de fotos, que miramos con mucha rapidez. La velocidad necesaria para producir la ilusión de movimiento es tan grande que para hacer las primeras películas no pudieron usarse los tradicionales álbumes de fotos. Hubo que inventar una forma de proyectar las distintas imágenes una encima de la otra.
Claro que el movimiento en ningún momento se preocupa por nuestra intención de registrarlo, así que para poder verlo en detalle, a veces es necesario contar con máquinas capaces de filmar en cámara lenta. Son máquinas cinematográficas comunes, pero sofisticadas. El resultado siempre es sorprendente. Ver la deformación de una pelota de tenis o la lengua de una iguana cazando una mosca es simplemente increíble.
Otros movimientos son excesivamente lentos. Nos exigen la paciencia de un pasado en el que hombres y mujeres teníamos tiempo de detenernos a mirar el cielo durante horas. En un mundo instantáneo, en el que todo sucede rápido, cada vez existen menos personas con la capacidad de observar atardeceres.
Rodrigo es una excepción. El estudio del piano y las artes marciales, la corrección del código de algunos programas de computadora o el estudio detallado de un juego de magia, le han permitido ser paciente. Al menos con algunas cosas.
Una tarde se sentó en la galería de un hotel en Calafate. Acomodó su trípode con la cámara apuntando a la ciudad, y esperó. Durante cuarenta minutos la cámara sacó más de doscientas fotos. Rodrigo las condensó en una película. Ahora cualquiera puede mirar lo que pasa cuando el sol se termina de esconder atrás de las montañas. Si puede esperar doce segundos.

viernes, 25 de marzo de 2016

Cambio de rumbo

Noticia Cierta

A partir de este momento, Percepciones de la ignorancia cambia de rumbo. La noticia puede resultar intrascendente si se tiene en cuenta la débil actividad literaria que presenta el blog últimamente. Pero aún cuando uno avance con pasos de hormiguita, un cambio de dirección implica un nuevo destino en el futuro. Y el futuro es más importante que el pasado.
Siempre supimos que a Rodrigo Valla le gustaba hacer dibujitos. De hecho casi todos los textos aquí publicados están acompañados por una imagen cuya paleta de colores es siempre la misma. Llegó a existir un club de anti-fanáticos que se reunía gritando la consigna: Basta de violeta.
En agosto de 2015, Rodrigo logró después de ahorrar con esfuerzo, comprarse una buena cámara de fotos. De esas que tienen un espejito adentro. Con controles manuales y todo. Su interés por escribir está ahora por detrás del placer que le provoca andar disparando su cámara contra todos lados.
Pensarán ustedes que Rodrigo está por abandonar este blog y pasar otra cosa. Sería sensato. Pero dejar un montón de textos abandonados en un servidor desconocido, abandonando también a sus pobres personajes, le parece demasiado.
Así que Rodrigo va a intentar continuar con Percepciones de la Ignorancia pero dándole un vuelco. Lo que voy a intentar hacer, nos explica, es invertir el proceso creativo. ¿Nos los podés explicar un poco mejor? Siempre escribí primero, continúa, y dibujé después. Ahora voy a hacerlo al revés. Voy a escribir a partir de las fotos, al menos voy a intentarlo.
En los próximos días, quienes vuelvan por acá, se van a encontrar con nuevas familias de textos. Las fotos y las condensaciones.