jueves, 30 de septiembre de 2010

La mentira fraccionaria

Divague

Fui víctima de una gran mentira. Fuimos víctimas. De chicos nos proponen un ejercicio matemático. Sumamos un tercio, más un tercio, más un tercio. ¿Qué obtenemos? Un entero, o sea 1. No nos parece una operación difícil, vivimos tranquilos. Más tarde nos enseñan los números decimales. Nos pone contentos poder dividir 5 en dos mitades, es algo nuevo para nosotros. Para que no creamos que se trata de algo distinto, algo que no tiene relación con el pasado, nos enseñan a transformar los números con coma en fracciones y las fracciones en números con coma. Seguimos viviendo tranquilos. La vida transcurre y nosotros terminamos el colegio. Empezamos la facultad o no la empezamos. Trabajamos o no trabajamos. La gran desilusión se avecina. Aburridos repasamos esos ejercicios de la escuela primaria y pensamos: un tercio, más un tercio, más un tercio, es igual a 1. Como tenemos tiempo seguimos. Un tercio en números decimales es 0,333... Y 0,333... más 0,333... más 0,333... es igual a 0,999... Y así nos damos cuenta de que nos mintieron toda la vida.