domingo, 14 de noviembre de 2010

Cage vs. Brown

Percepción

Existen años más importantes que otros. Y para la historia de la música, que pasó la primera mitad del siglo veinte buscando una nueva manera de organizarse después de haber sufrido el agotamiento del cromatismo que Scriabin dio por terminado, y se expresó a través de lenguajes tan distintos como los de Debussy, Stravinsky, Schoenberg y Bartok, 1952 sería el año de la ruptura definitiva.
En el viejo continente, Olivier Messiaen y Pierre Boulez publicarían respectivamente Modos de valores e intensidades y Estructuras. Obras que elaboran lo que se conoce como serialismo integral. Técnica de composición en la que toda dimensión musical varía de acuerdo a un orden preestablecido. Composiciones que cuando suenan, dan la sensación de que no existe ningún orden.
En el seno de la escuela de New York, también durante 1952, John Cage concibe su 4’33’’ y Earle Brown dibuja December 1952. Ambas obras forman parte de una reacción opuesta a las propuestas europeas. Ambas son extremas y nos enfrentan con la duda, nos obligan a definir la obra musical. Ahora bien, Los cuatro minutos con treinta y tres segundos de silencio absoluto que componen la obra de Cage, y los cuadraditos que Brown dibuja en la primera partitura gráfica de la historia, involucran en la polémica a distintos actores.
Earle Brown, al dibujar sus cuadraditos en aquella hoja de papel, incomoda al intérprete. Le entrega una hoja que no sabe leer, una hoja que no se inscribe en la convención de la escritura musical a la que está acostumbrado. Entonces el intérprete, que hasta aquel momento leía sus partituras muy tranquilo, no sabe que hacer.
John Cage, en cambio, entrega una partitura clarísima al instrumentista, quien no tiene nada que hacer más que mirar un reloj. El público ve como el artista se dispone a tocar pero no toca. Espera, desarrolla ansiedad, sufre. John Cage, de alguna manera, le falta el respeto al público.
Brown y Cage conciben obras extremas. Pero mientras December 1952 tiene infinitas posibilidades, 4’33’’ ninguna. Porque John Cage omitió un paso, se salteó al intérprete.